En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, la Secretaría de Ambiente y Movilidad invita a la reflexión sobre las colillas de cigarrillo, proponiendo la correcta disposición de este residuo para cuidar la salud de la población y evitar que quede en el suelo provocando contaminación. Depositar las colilla apagadas en botellas de plástico y sacarlas correctamente cerradas con los residuos no recuperables y biodegradables, es un primer paso fundamental para colaborar con el cuidado del ambiente.
Las colillas de cigarrillo son un problema de salud. Según la Fundación Interamericana del Corazón (www.ficargentina.org), nuestro país presenta una de las cifras de consumo de tabaco más altas de la región. El 22,2% de la población adulta fuma y la edad de inicio se sitúa entre los 12 y 15 años, en base a las últimas encuestas oficiales. Y también señala que por día mueren alrededor de 122 personas por causas relacionadas al tabaquismo (unas 44.851 muertes al año).
Pero también representan un problema ambiental, ya que según un estudio de National Geographic Society (www.nationalgeographicla.com) los fumadores de todo el mundo compran alrededor de 6,5 billones de cigarrillos al año. Eso significa 18 mil millones por día. Y aunque gran parte se desintegra al fumarse, no todo el cigarrillo se quema, es decir que billones de colillas quedan. Este estudio afirma además que sólo una tercera parte de ese material va a parar a la basura, mientras que el resto es arrojado a la calle o a través de una ventana con indiferencia.
M. Paz Caruso, secretaria de Ambiente y Movilidad señala al respecto “Una sola colilla de cigarrillo puede contaminar hasta 50 litros de agua. Imaginemos cuánto contaminan 10, 1000 o 10.000 colillas de cigarrillos. Pero como es un objeto tan pequeño muchas veces le restamos importancia”.
En este contexto, se invita a los ciudadanos a modificar hábitos y actitudes respecto a las colillas de cigarrillos, recordando la iniciativa de depositar las colillas apagadas en las botellas bien cerradas, y sacarlas llenas los días martes, miércoles, viernes y domingo, con los residuos no recuperables y biodegradables. Caruso señala “este es el primer paso para el reciclaje. Una vez afianzado este paso, quizás contemos con iniciativas locales que permitan convertir en material prima lo que inicialmente fue un residuo”.
Universidades
Desde hace tiempo el municipio adhiere a la iniciativa de la asociación civil Eco House, que está enmarcada en la campaña nacional #OjoConLaColilla. Esta iniciativa busca extinguir el hábito de tirar las colillas en el piso y tiene la intención de trabajar en la gestión específica de este residuo y evitar que se genere suciedad en los espacios. En Rafaela varias universidades tienen instalados los contenedores de colilla de cigarrillos de la campaña, para que los estudiantes depositen este residuo, asegurando su destino final seguro y manteniendo libre de basura estos establecimientos.
Con estas iniciativas se pretende llegar a los ciudadanos que habitan las instituciones y los espacios compartidos, con campañas de concientización que fomenten la cultura de la correcta disposición de las colillas. Mientras se busca una solución local para pensar alternativas sustentables que puedan realizarse a partir de la reutilización de este residuo.