El Instituto para el Desarrollo Sustentable de la Municipalidad de Rafaela continúa destacando las buenas prácticas ambientales que realizan los/as vecinos/as de la ciudad, en este segmento que se denomina Vecinos Destacados. En esta oportunidad Paula Ochoa Delavedoba nos presenta “Sira Cosmética Natural”, un emprendimiento artesanal y ecológico con el que produce desodorantes naturales y variedad de jabones mediante el proceso de saponificación en frío. “La finalidad es la preservación del medio ambiente, tanto en los productos como en los desechos que se generan en la producción” comenta Paula.

 

Paula Ochoa Delavedoba, tiene 29 años y vive en el Barrio Villa Los Álamos. Nació en Río Tercero (Córdoba) pero a los 5 años se mudó a Rafaela. “Tengo DNI con origen cordobés pero tonada santafesina, así que yo siento que soy de acá” señala.

Su gran interés por el cuidado del ambiente la llevó a explorar nuevos caminos tanto en lo profesional como en lo personal. “Me di cuenta que va más allá de la formación o los estudios académicos. Trasciende en las acciones cotidianas que uno como ciudadano puede realizar, teniendo como horizonte las 5R: Reducir, Reparar, Recuperar, Reutilizar y Reciclar. No somos conscientes de que podemos aminorar el impacto de nuestro paso por el planeta y reeducarnos en relación al valor de la vida”.

Cuando le preguntamos por su emprendimiento, Paula comenta: “hace un año comenzamos con una amiga este emprendimiento de Cosmética Natural que tiene como finalidad la preservación del ambiente, tanto en el proceso de producción como en la conciencia de repensar los productos que utilizamos”. Y agrega: “esta experiencia inicial me llevó a explorar y crear mi propio emprendimiento. Así nace Sira Cosmética Natural, bajo el emblema de artesanal, natural y ecológico. Concretamente lo que hago es producir desodorantes naturales y jabones en variedades, mediante el proceso de saponificación en frío”.

Sobre el proceso productivo de sus productos, Paula detalla: “a diferencia de los jabones industriales, el proceso que se lleva a cabo es con mínimo impacto ambiental. El jabón en contacto con el agua no genera contaminación a posterior, por acumulación de materiales a largo plazo”. Y agrega: “los jabones que se realizan artesanalmente por saponificación en frío, tienen como base una mezcla de aceites, mantecas vegetales y álcali dando como resultado un producto natural, con las propiedades de los insumos utilizados (aceite de oliva, aceite de coco, manteca de karité, entre otros) y la coloración se busca que sea de modo natural. Para finalizar se deja reposar el jabón entre 4 a 6 semanas para que el pH sea el indicado respecto a nuestra piel. Por supuesto que el lugar de trabajo tiene que estar previamente higienizado, los elementos a utilizar tienen que ser de uso único para este proceso así como también el uso de guantes”.

También le consultamos sobre por qué eligió enfocarse en ese tipo de productos: “el jabón es uno de los productos que más usamos en nuestras vidas, fácilmente puede ser considerado como un artículo esencial en nuestro hogar. Todos esos jabones que compramos, tienen diferentes fórmulas químicas, gran cantidad detergentes agresivos para la piel, ingredientes sintéticos y sustancias alérgenas que pueden provocar irritaciones o sarpullidos” y frente a esto generó una alternativa más consciente.

Sobre qué implicó llegar al resultado final nos dijo: “para llegar al producto deseado se partió de una base de información y estudio, teniendo en cuenta experiencias de otros y recopilando datos útiles, así como también el análisis de la materia prima a utilizar. Al día de hoy realicé varias pruebas con éxitos y fracasos en las elaboraciones, donde en cada una se aprende y potencia”. Y agrega “la realización de jabones naturales va más allá de una simple manufactura, es un estudio previo, pruebas y análisis, comunicar y comentar a la sociedad el porqué es beneficioso por sobre los industriales y las diferencias. También es importante formarse e informarse en todo lo vinculado a las normativas y exigencias en relación a los productos que ofrecemos y que consumimos, que es un proceso que estoy atravesando”. Y destaca “personalmente creo que lo natural es mejor por sobre lo industrial, y aplica a muchos ámbitos”.

Sobre el funcionamiento del emprendimiento, Paula comenta: “es gratificante la devolución de la gente que consume los productos y vuelve a elegir el emprendimiento, apostando a la fabricación que uno realiza y dando más valor a una producción en pequeños lotes”. Y agrega “espero que esto cada día siga creciendo y muchos más sean quienes desarrollen productos/servicios al compás del ecosistema que nos rodea, donde nosotros somos sólo unos huéspedes más”.

Para terminar le preguntamos qué otras acciones realiza para cuidar el ambiente, y con alegría señala “trabajo para inspirar a más personas, para que en sus pequeños actos diarios a largo plazo, pueden acariciar a nuestro ambiente”.

Camino de conocimiento y aprendizaje en material ambiental
Cuando le preguntamos cómo despertó su interés por el cuidado con el ambiente y por pensar iniciativas sustentables, comentó: “de adolescente vi un documental que se llama La última hora que describe el último momento en el que es posible cambiar. La película explora cómo la humanidad ha llegado a este momento: cómo vivimos, el impacto que producimos sobre los ecosistemas y lo que podemos hacer para cambiar nuestra trayectoria. Es una mirada sobre la crisis ecológica actual, protagonizada por fenómenos tales como la sequía, el hambre, las inundaciones o la lluvia ácida, entre otras secuelas que el planeta sufre a causa del cambio climático. Luego de ver esa película, mi cabeza hizo un clic y desde ahí mi perspectiva y modo de pensar y de vivir cambió. Yo sabía que quería hacer algo por el ecosistema” comenta entusiasmada.

Además señala “en el último año de la secundaria tuve la oportunidad de viajar en el intercambio de hermanamiento con la ciudad de Fossano (Italia-Cuneo) representando a Rafaela junto a otros jóvenes. Y en esa experiencia tuve el privilegio de conocer cuáles son las acciones y medidas que se tomaban en ese lugar respecto al cuidado del ambiente: separación de residuos, uso del agua y energía, entre otros temas. Luego de ese viaje presenté mi primer informe de estudios ambientales para el municipio de ambas localidades”.

Y finalmente nos comparte “todos estos hitos permitieron que comenzando mis estudios universitarios me incliné por Ingeniería Ambiental. ¡Algo relacionado al medio ambiente tenía que hacer!. Y ahí realmente conocí a mucha gente interesante y pude realizar proyectos de investigación como pasante adscripto en el INTI-CONICET de Santa Fe. Y aunque finalmente cambié de carrera y estoy estudiando Seguridad e Higiene Laboral, mi interés por las prácticas ambientales, es continuo en proyectos de investigación. Actualmente formo parte de un proyecto en la UNRaf”.

El Instituto para el Desarrollo Sustentable de la Municipalidad promueve las acciones sustentables de los vecinos de la ciudad, a través de este espacio, con el objetivo de contagiar el espíritu verde y promover estilos de vida comprometidos con nuestro entorno. Recordamos que todos los vecinos que quieran participar pueden contactarse en redes sociales @idsrafaela, por mail: idsrafaela@gmail.com o por teléfono al (3492) 504579 de lunes a viernes de 7 a 13 horas.