En el marco del Día Mundial Sin Bolsas de Plástico (3 de julio), desde el Instituto para el Desarrollo Sustentable y la Secretaría de Ambiente y Movilidad, se le recuerda a la ciudadanía sobre la importancia de comenzar a pensar qué consumimos y cómo esto afecta al ambiente, para incorporar hábitos que permitan un verdadero cambio. Una de las acciones concretas que se propone es reemplazar el uso de las bolsas de plástico de un solo uso por bolsas ecológicas.
La ONU Medio Ambiente señala, en su estudio “Plásticos de un solo uso: una hoja de ruta para la sostenibilidad”, en el mundo al año consumimos 5 billones de bolsas de plásticos. Esto se traduce en, aproximadamente, 10 millones de bolsas de nylon por minuto. A este ritmo, el informe concluye que, para el año 2030, la producción de bolsas podría alcanzar la alarmante cifra de 619 millones de toneladas por año. La situación actual es una amenaza para todos: seres humanos, naturaleza y ecosistema.
Por eso, desde la Municipalidad de Rafaela, en consonancia con lo que estipulan la ONU, y otras entidades que velan por el cuidado del ambiente, se emprendieron fuertes políticas públicas para paliar la alarmante amenaza que representan las bolsas de plástico. En el año 2013, por ejemplo, se trazó un acuerdo (que continúa hasta el día de hoy) entre el Instituto para el Desarrollo Sustentable y la Cámara de de Supermercados del CCIRR para impulsar el uso racional de la bolsa plástica a partir del cobro de las mismas, acción que permitió una baja anual del 70% en el consumo de bolsas plásticas. Así como también se impulsó reemplazar el hábito de las bolsas descartables por otras más sustentables, como el uso de la bolsa de tela o las biodegradables.
El uso de bolsas de tela o ecológicas se presenta como la alternativa más económica y eficiente para frenar el problema del excesivo uso de bolsas plásticas por su larga duración. Por otra parte, este tipo de bolsas ayudan a promover la conciencia ambiental en relación al tema del reciclaje y la reutilización de materiales. Y son ideales para llevarlas siempre, ya que se doblan y ocupan poco espacio.
También la bolsa de papel es una alternativa para reemplazar el uso de bolsas plásticas. La ventaja que tiene es que es material recuperable, que se puede disponer lunes y jueves con la recolección diferenciada una vez que se desecha. De este modo las Cooperativas de Trabajo pueden separarlas, reciclarlas y comercializarlas para su reutilización, y entran al circuito nuevamente.